La administración de Trump sigue elevando las barreras para que Samsung y SK Hynix no puedan seguir fabricando chips en China. El Departamento de Comercio de Estados Unidos había hecho excepciones respecto a las restricciones del 2022 a las empresas creadoras de equipos semiconductores mencionadas anteriormente.

Pero en junio de este año, Washington propuso revertir las autorizaciones en caso de que las tensiones comerciales con Pekín continuarán. Actualmente, ambos países se encuentran ante una frágil tregua comercial hasta noviembre, donde Estados Unidos impuso aranceles del 30% y China simplemente del 10%.

Según la resolución, las revocaciones de licencias tardan 120 días en entrar en efecto. Mientras tanto, el Departamento de Comercio congeló todas las solicitudes de licencias de empresas estadounidenses que quieran exportar bienes y servicios tecnológicos desde el país asiatico. 

Las empresas extranjeras de semiconductores, como Samsung y Hynix, contaban con el privilegio de Usuario Final Validado (VEU, por sus siglas en inglés) para poder realizar envíos y productos de manera más fácil y autónoma. Pero ahora, desde la Casa Blanca confirmaron la eliminación del status VEU.

El nuevo proceso burocrático requerirá de una autorización para poder comprar equipos tecnológicos en China. Empresas como Intel, ante la incertidumbre, decidieron vender sus unidades de negocios a propietarios chinos.

Las nuevas licencias serán otorgadas a las empresas que ya se encuentran operando en suelo asiático, pero no para aquellas que busquen expandir y/o actualizar la tecnología. Los ganadores de esta nueva política serían los principales competidores, en este caso las empresas chinas y Micron (fabricante estadounidense).

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