Histórica jornada para SpaceX en el marco del vuelo número 10 del Starship: el cohete más poderoso del mundo cumplió todos sus objetivos, luego de lo que habían sido sus últimas tres pruebas fallidas.
El Starship despegó el martes desde las instalaciones Starbase en el sur de Texas. Durante la prueba, la nave desplegó su primer lote simulado de satélites Starlink y probó nuevas baldosas de escudo térmico en su inmersión a través de la atmósfera terrestre.
Una jornada exitosa para el Starship
En primer lugar, el Ship (la etapa superior) se separó de Super Heavy a tiempo y logró su trayectoria suborbital deseada. Luego, unos 20 minutos después del lanzamiento, desplegó ocho versiones ficticias de los satélites de Internet Starlink. Esta es una capacidad crítica que intentó pero no pudo demostrar en los tres vuelos anteriores de este año.
Aproximadamente a los 38 minutos del vuelo, el Ship encendió brevemente uno de sus motores. Este fue otro gran hito para SpaceX porque tales reencendidos en el espacio serán necesarios en los vuelos operativos de la nave. El objetivo es ayudar a impulsar los vehículos a sus destinos distantes y guiarlos a la Tierra para aterrizajes seguros y su reutilización.

Unos 45 minutos después del despegue, el Ship comenzó su reingreso a la atmósfera de la Tierra. Esta es de por sí una prueba violenta, pero SpaceX la hizo aún más desgarradora para llevar el vehículo a sus límites.
El reingreso supersónico del Starship a través de la atmósfera puso a prueba una variedad de baldosas hexagonales de escudo térmico mientras la compañía espacial intenta crear un escudo exterior que requiera poca o ninguna renovación después de cada uso.
Y el Ship logró preservarse, sobreviviendo en buena forma para realizar su quema de aterrizaje planificada y amerizar en el Océano Índico según lo planeado unos 66,5 minutos después del lanzamiento.
El aterrizaje fue exactamente en el blanco. Específicamente, la nave cayó a la vista de una cámara montada en una boya que SpaceX instaló en la zona de amerizaje planificada.
Por su parte, el Super Heavy hizo un amerizaje controlado en el Golfo de México siete minutos después del lanzamiento. Anteriormente, el Super Heavy fue atrapado en múltiples ocasiones por los brazos mecánicos de la plataforma de lanzamiento. Pero el aterrizaje en el agua estaba destinado a demostrar una configuración alternativa del motor de aterrizaje.

Un largo camino que recorrer
El vuelo de prueba demostró un progreso largamente buscado en la campaña de desarrollo de prueba a falla de SpaceX. Cabe recordar que este mismo año ocurrieron tres fallas en las que los Starships terminaron explotando.
Por ello, la empresa de Elon Musk sabe que queda una larga lista de tareas pendientes de desarrollo para el cohete de próxima generación antes de que pueda llevar humanos al espacio profundo. Esto incluye nuevas demostraciones de reabastecimiento de combustible en el espacio y un aterrizaje seguro en el accidentado terreno lunar.
“Hay miles de desafíos de ingeniería que quedan, tanto para la nave como para el propulsor, pero tal vez el más grande sea el escudo térmico orbital reutilizable”, dijo el propio Musk.
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