El misterioso avión espacial X-37B de la Fuerza Espacial de Estados Unidos ya se encuentra en una nueva misión. Este viernes, SpaceX lanzó con éxito la nave sobre un cohete Falcon 9 desde el Centro Espacial Kennedy (KSC) de la NASA en Florida.

La primera etapa del Falcon 9 regresó a la Tierra según lo planeado 8,5 minutos después del lanzamiento. Aterrizó en la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, que está al lado de KSC.

Por su parte, la etapa superior del cohete continuó llevando al X-37B hacia la órbita terrestre baja. Allí, el avión realizará una variedad de trabajos, muchos de ellos secretos.

Justamente, no está claro cuándo y exactamente dónde se desplegará el X-37B. En este sentido, SpaceX terminó su transmisión web de lanzamiento justo después del aterrizaje del cohete, a pedido de la Fuerza Espacial.

¿Qué es el X-37B?

El X-37B, de 8,8 metros de largo, es similar a una versión en miniatura de los orbitadores del extransbordador espacial de la NASA. Se cree que la Fuerza Espacial tiene dos de estos vehículos no tripulados, ambos construidos por Boeing.

X-37B Fuerza Espacial

Sirve principalmente como banco de experimentos para sensores y otra tecnología que los militares quieren probar en la órbita terrestre, lo que explica el otro nombre del avión espacial: el Vehículo de Prueba Orbital (OTV).

Gran parte de este equipo está clasificado, por lo que generalmente solo se obtiene una imagen parcial de las cargas útiles y actividades del X-37B.

El X-37B, que se lanza verticalmente sobre un cohete pero desciende a la Tierra horizontalmente, voló su primera misión orbital en 2010. El vuelo más reciente del vehículo, OTV-7, se lanzó en diciembre de 2023 y aterrizó el 7 de marzo de este año.  Esa misión de 434 días puso fin a un patrón de duración cada vez mayor.

Anteriormente, cada estadía del X-37B había pasado más tiempo en el espacio que sus predecesores, desde el OTV-1 de 224 días hasta el OTV-6 de 908 días.

¿Qué objetivos tiene la nueva misión?

Justamente, los militares nos han dado un breve resumen sobre la próxima misión, que se conoce como OTV-8. Las cargas útiles que se elevan son “tecnologías de próxima generación que incluyen comunicaciones láser y el sensor inercial cuántico de mayor rendimiento jamás probado en el espacio”, escribieron los funcionarios en un comunicado en julio.

Un sensor inercial cuántico es un instrumento que permite a las naves espaciales medir su aceleración, rotación y velocidad utilizando los principios de la mecánica cuántica.

“Esta tecnología es útil para la navegación en entornos sin GPS y, en consecuencia, mejorará la resistencia a la navegación de las naves espaciales estadounidenses frente a las amenazas actuales y emergentes”, explica la misma declaración.

El ejército de EE.UU. también considera que las comunicaciones basadas en láser son importantes para la seguridad nacional y la superioridad espacial estadounidense en el futuro.

Las comunicaciones láser son más seguras que los sistemas de radiofrecuencia tradicionales debido a su naturaleza más específica y pueden transmitir más información.

Durante OTV-8, el equipo a bordo del X-37B realizará pruebas de comunicaciones láser “que involucren redes de satélites comerciales proliferados en órbita terrestre baja”, según el comunicado.

“La demostración de comunicaciones láser de OTV-8 marcará un paso importante en la capacidad de la Fuerza Espacial de EE.UU. para aprovechar las redes espaciales proliferadas como parte de una arquitectura espacial diversificada y redundante”, dijo el jefe de operaciones espaciales, el general Chance Saltzman.

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