En medio de avances tímidos y desarrollos demorados en la industria aeroespacial, Honda sorprendió al mundo con un lanzamiento de perfil bajo pero de alto impacto. El pasado 17 de junio, la automotriz japonesa llevó a cabo exitosamente una prueba de despegue y aterrizaje vertical con un prototipo de vehículo espacial reutilizable. Sin embargo, pese al logro, la compañía aún no tomó una decisión sobre el desarrollo de un sistema operativo completo.
Vuelo secreto, precisión quirúrgica
La prueba no fue anunciada públicamente y se realizó en un centro de ensayos de Honda en Hokkaido, Japón. El cohete alcanzó una altitud de 271,4 metros y volvió a descender hasta la plataforma de lanzamiento en apenas 56,6 segundos. Medía 6,3 metros de largo y 85 centímetros de diámetro, y logró aterrizar con una desviación de apenas 37 centímetros respecto del centro de la plataforma.
La precisión y el silencio con el que se ejecutó la maniobra generaron revuelo, sobre todo porque coincidió con el desarrollo del Salón Aeronáutico de París, donde funcionarios europeos discutían el envío del demostrador Themis —proyecto financiado por la Agencia Espacial Europea (ESA)— al centro espacial de Esrange, en Suecia, para realizar pruebas similares. La comparación no tardó en aparecer: mientras Europa retrasa sus “saltos” tecnológicos, Honda avanzó sin hacer ruido.

Tecnología automotriz, visión espacial
El presidente de Honda R&D, Keiji Ohtsu, reveló en la conferencia Spacetide en Tokio que la iniciativa comenzó cuando un joven ingeniero de la compañía notó que muchas de las tecnologías desarrolladas para la industria automotriz —combustión, gestión de fluidos y control autónomo— podían aplicarse al diseño de vehículos espaciales.
A partir de esa idea, en 2019 comenzaron los ensayos con motores y subsistemas. Luego vinieron pruebas de vuelo estacionario con vehículos pequeños y, finalmente, el vuelo de junio, que validó todos los sistemas esenciales: desde el rendimiento del motor hasta los controles de guiado, incluyendo el uso de grid fins y patas retráctiles para el aterrizaje.
Sin planes comerciales… por ahora
Pese al éxito de la prueba, Ohtsu aclaró que el proyecto sigue siendo puramente experimental. “El despegue y aterrizaje fue exitoso, pero aún estamos en una etapa de investigación elemental”, explicó. “Todavía no hemos decidido si avanzaremos hacia la comercialización.”
Aun así, Honda planea continuar con el desarrollo. El objetivo es realizar un vuelo de prueba hasta un km de altitud en 2027, y alcanzar un vuelo suborbital completo para 2029.
Según Ohtsu, la motivación detrás de esta iniciativa radica en el potencial que ofrecen los cohetes reutilizables frente a la creciente demanda de lanzamiento de satélites y servicios de datos espaciales. “Queremos usar nuestra tecnología para mejorar la vida de las personas en la Tierra desde el espacio”, afirmó.
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