En un rincón distante del universo, a 3 mil millones de años luz de la Tierra, astrónomos descubrieron una galaxia fósil que parece haberse detenido en el tiempo. Se trata de KiDS J0842+0059, una reliquia cósmica que ha permanecido inalterada durante cerca de 7 mil millones de años. Su hallazgo, pubilicado en el Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, representa una ventana directa al universo primitivo, y podría ser clave para entender cómo se formaron las galaxias más antiguas.

¿Qué es una galaxia fósil?
Así como los fósiles de dinosaurios permiten reconstruir la historia biológica de nuestro planeta, las llamadas galaxias fósiles ofrecen pistas sobre la evolución del cosmos. Son estructuras excepcionales que lograron evitar colisiones o interacciones significativas con otras galaxias, conservando intactas sus características originales.
“Descubrimos una galaxia que se ha mantenido perfectamente conservada durante miles de millones de años. Es un hallazgo arqueológico del espacio que nos cuenta cómo nacieron las primeras galaxias y nos ayuda a comprender la evolución del universo hasta hoy”, explicó Crescenzo Tortora, investigador del Instituto Nacional de Astrofísica de Italia (INAF) y coautor del estudio.
La galaxia KiDS J0842+0059: pequeña, antigua y masiva
KiDS J0842+0059 fue identificada en 2018 gracias a la campaña de observación Kilo Degree Survey (KiDS). Este programa buscaba mapear amplias regiones del cielo utilizando el telescopio VLT (Very Large Telescope) en Chile. Las primeras imágenes permitieron estimar su tamaño y masa estelar, que ronda las 100.000 millones de veces la del Sol, pero con una estructura mucho más compacta que otras galaxias de masa similar.
Un dato llamativo: casi no ha formado estrellas nuevas durante la mayor parte de su existencia. Esa inactividad, sumada a su compacidad, despertó el interés de los científicos, que comenzaron a sospechar que estaban frente a un fósil galáctico.
Para confirmar esta hipótesis, el equipo utilizó el sistema de óptica adaptativa del Gran Telescopio Binocular (LBT) en Arizona. Esta tecnología permitió obtener imágenes diez veces más detalladas que las originales del KiDS, despejando dudas sobre su estructura.
“Gracias a los datos del LBT pudimos confirmar que KiDS J0842+0059 es realmente una galaxia compacta, una reliquia del universo temprano, con una forma muy similar a NGC 1277”, señaló Chiara Spiniello, investigadora de la Universidad de Oxford y miembro del equipo. “Es la primera vez que se logra este nivel de resolución para una galaxia fósil tan distante”.

Estudiar estas reliquias ayuda a los astrónomos a reconstruir el pasado de las galaxias más grandes que vemos hoy. A diferencia de las fósiles, la mayoría ha crecido a lo largo del tiempo por procesos de fusión y acumulación de materia. Por eso, estos objetos congelados en el tiempo ofrecen una referencia invaluable para entender cómo fueron los primeros núcleos galácticos.
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