Durante una conversación captada en video y difundida en redes sociales, Donald Trump dejó entrever una decisión que podría reconfigurar el mapa estratégico del país: el traslado del Comando Espacial de Estados Unidos a Huntsville, Alabama.
El diálogo tuvo lugar en un picnic oficial en la Casa Blanca, donde Trump conversaba con el congresista republicano Dale Strong, representante del 5º Distrito de Alabama. En esa región se encuentra la base militar Redstone Arsenal, principal candidata a albergar el cuartel general del comando.
“Porque lo estoy trasladando a Alabama. Estamos trabajando en eso”, se escucha decir al presidente en el video difundido en X. La insinuación reavivó el debate en torno al futuro de Comando Espacial, hoy ubicado en Colorado Springs.

La ubicación del Comando Espacial: una decisión con tinte político
La ubicación del Comando Espacial depende exclusivamente del gobierno federal, a través del Departamento de Defensa y la Presidencia. Sin embargo, su impacto económico y simbólico convierte esta decisión en una pulseada política entre estados con intereses opuestos.
Trump ya había impulsado la posibilidad de trasladar el comando a Alabama en su primera gestión, pero en 2021 Joe Biden optó por mantenerlo en Colorado Springs. Esta medida generó críticas entre dirigentes republicanos, que acusaron al mandatario de beneficiar a un estado con mayoría demócrata.
Uno de ellos fue Dave Williams, exlegislador estatal y expresidente del Partido Republicano de Colorado. En marzo, antes de dejar su cargo, le envió una carta a Trump respaldando un eventual traslado. “Confío en que si su administración considera que establecer el Comando Espacial en Alabama favorece más a la defensa nacional, esa será la mejor elección”, escribió. “Lo que fortalece la seguridad del país también es lo mejor para Colorado y para Estados Unidos”.
Impacto económico en juego
Según declaraciones previas del propio Strong, el traslado del Comando podría significar la creación de 1.700 empleos directos y hasta 3.000 puestos adicionales en sectores vinculados, potenciando el desarrollo económico del norte de Alabama.
Por su parte, el concejal de Huntsville, Bill Kling, reveló que durante una reciente visita a Washington D.C., funcionarios del Congreso informaron que la decisión final sobre la sede se conocería al finalizar mayo. Sin embargo, la resolución aún no fue oficializada. Se espera un anuncio pronto, especialmente luego de que el Senado confirme el nominado por Trump para la Secretaría de la Fuerza Aérea.
El intendente de Huntsville, Tommy Battle, agregó que, si se concretar el traslado, la implementación completa del comando en Alabama podría demorar hasta cuatro años.

Un Comando que aún busca consolidarse
A pesar de encontrarse “operacionalmente listo” hace más de un año, el Comando Espacial todavía enfrenta importantes desafíos logísticos. Según un informe de la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno (GAO), la sede actual funciona en cuatro instalaciones de Colorado Springs, de las cuales solo dos se encuentran dentro de bases militares seguras.
El mismo informe advierte que la infraestructura existente es insuficiente para cubrir las necesidades específicas del comando en cuanto a energía, seguridad, tecnología y espacio. Además, persisten dificultades para alcanzar la dotación de personal civil prevista.
Una pulseada estratégica
La ubicación definitiva del Comando Espacial de Estados Unidos no es un mero detalle administrativo. Se trata de una decisión con implicancias geopolíticas, presupuestarias y militares, que involucra intereses regionales, partidos enfrentados y visiones distintas sobre el posicionamiento de la defensa espacial de EE.UU.
Mientras tanto, Alabama y Colorado siguen a la espera de una definición que podría reconfigurar no solo el despliegue logístico del Comando, sino también el equilibrio político en torno a su control.
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