La Fuerza Aérea de Estados Unidos decidió relanzar el programa de misiles hipersónicos AGM-183A Air-Launched Rapid Response Weapon (ARRW), un proyecto que había quedado en segundo plano tras resultados mixtos en pruebas y la preferencia por otras alternativas. Según anunció el general David Allvin, jefe de la Fuerza Aérea, el ARRW será parte de la propuesta presupuestaria para 2026, junto al Hypersonic Attack Cruise Missile (HACM) y dos sistemas clasificados adicionales en fase de prueba.

Misiles boost-glide de alta maniobrabilidad

Iniciado en 2018 con un contrato de US$ 480 millones otorgado a Lockheed Martin, el ARRW es un misil hipersónico de tipo boost-glide.

Este sistema utiliza un cohete para alcanzar altitudes cercanas al espacio. Desde allí, planea hacia su objetivo a velocidades superiores a Mach 5, equivalente a unos 5400 km/h. Su capacidad para maniobrar en vuelo lo distingue de los misiles balísticos convencionales, volviéndolo casi imposible de interceptar con las defensas antimisiles actuales.

Por otro lado, el HACM emplea un motor scramjet, que comprime aire a velocidades hipersónicas para generar propulsión. Aunque más lento, este sistema opera a menor altitud y ofrece mayor flexibilidad de maniobra, apoyándose en una tecnología probada por más de dos décadas.

Misil X-51A
Representación artística del X-51A Waverider, un vehículo de prueba hipersónico no tripulado de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.

Los ARRW: de los tropiezos a la recuperación

El camino del ARRW no estuvo exento de dificultades. Tras pruebas fallidas, en marzo de 2023 el entonces secretario de la Fuerza Aérea, Frank Kendall, expresó una mayor confianza en el HACM, dejando al ARRW fuera del presupuesto de 2024. Sin embargo, evaluaciones recientes habrían mostrado resultados prometedores que motivaron su resurgimiento.

Tom Karako, director del Proyecto de Defensa Antimisiles del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, destacó la necesidad de contar con ambos tipos de misiles hipersónicos, una estrategia también adoptada por potencias como China y Rusia. “La diversidad de sistemas obliga al adversario a vigilar múltiples frentes, complicando su defensa”, señaló.

El relanzamiento del ARRW refleja el compromiso de Estados Unidos por fortalecer su arsenal frente a competidores globales. Aunque el Ejército y la Marina también desarrollan sistemas hipersónicos, la Fuerza Aérea apuesta por un enfoque diversificado para garantizar respuestas rápidas y efectivas en escenarios estratégicos complejos. Con su inclusión en el próximo presupuesto, el ARRW podría consolidarse como un componente clave en la modernización militar estadounidense.

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