La NASA presentó las primeras imágenes de PUNCH, una nueva misión espacial diseñada para estudiar en profundidad las tormentas solares. El sistema, compuesto por cuatro pequeños satélites, logró captar con un nivel de detalle sin precedentes las eyecciones de masa coronal (CMEs), violentas expulsiones de plasma solar y campos magnéticos que el Sol lanza al espacio y que, al alcanzar la Tierra, pueden generar serias perturbaciones geomagnéticas.

Estos fenómenos afectan sistemas satelitales, navegación GPS y representan un riesgo operativo para misiones espaciales. Estudiar su dinámica es clave para anticipar sus efectos y proteger tanto infraestructuras tecnológicas como a los propios astronautas.

Imágenes inéditas desde el corazón del sistema solar

Entre finales de mayo y principios de junio, tres de los cuatro satélites de PUNCH (Polarimeter to Unify the Corona and Heliosphere) captaron una serie de CME en una secuencia que se presentó públicamente durante el encuentro 246° de la Sociedad Astronómica Estadounidense. Las imágenes muestran las eyecciones extendiéndose en todas direcciones, incluso algunas que parecen avanzar directamente hacia la cámara.

En el fondo, el espectáculo celeste se completa con la Luna, Venus, Júpiter y la constelación de Orión. El Sol está indicado por un punto amarillo en el centro, mientras que un círculo blanco punteado marca el campo visual del viejo coronógrafo LASCO C3, del satélite SOHO (NASA-ESA), para comparación.

NASA PUNCH SUN SOL
Erupciones de tormentas solares captadas por la misión PUNCH de la NASA. Fuente: NASA.

PUNCH: tecnología que amplía los límites de la observación solar

PUNCH está equipado con cuatro cámaras que funcionan de manera coordinada como un único instrumento virtual. Esta disposición permite seguir en detalle el viaje del material solar a través de la atmósfera externa del Sol y hacia el interior del sistema solar.

Una de las joyas tecnológicas de la misión es el Narrow Field Imager (NFI) del cuarto satélite, un coronógrafo que bloquea la luz directa del Sol para observar con precisión su periferia. El 3 de junio, esta cámara logró registrar una CME con un nivel de detalle excepcional: una estructura bulbosa emergiendo sobre el disco solar oscurecido.

El objetivo de la misión es ambicioso. Durante sus dos años previstos de operaciones, PUNCH generará observaciones globales y tridimensionales del entorno solar. Con esto, los científicos buscan entender mejor cómo se forma el viento solar y cómo se desarrollan fenómenos extremos como las CMEs y las llamaradas solares.

Como dijo Craig DeForest, investigador principal del proyecto en el Southwest Research Institute: “Estas primeras imágenes son asombrosas, pero lo mejor está por venir. Cuando los satélites estén en su formación final, podremos monitorear el clima espacial en 3D y a escala del sistema solar interior de forma rutinaria”.

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