Starship 9, el noveno vuelo de prueba del megacohete de SpaceX, despegó el 27 de mayo desde la base Starbase, en Texas. El lanzamiento se produjo a las 20:36 (hora de Argentina) y buscaba validar componentes clave del vehículo, incluyendo la primera reutilización de un propulsor Super Heavy. Sin embargo, el ensayo concluyó con la desintegración de la etapa superior durante la reentrada y la explosión del booster B14-2 en su intento de aterrizaje en el Golfo de México.

Starship 9: Reutilización del Super Heavy y fallas en la reentrada

Por primera vez, SpaceX reutilizó un propulsor Super Heavy —el B14, renombrado B14-2— que previamente voló en el test orbital número 7. Este ensayo marcó un hito en el objetivo central de la compañía: avanzar hacia un sistema plenamente reutilizable que permita escalar la frecuencia de lanzamientos y reducir costos operativos.

La misión incluyó también el uso de la nave Ship 35, equipada con una compuerta experimental diseñada para desplegar ocho simuladores de satélites Starlink durante el vuelo.

Tras un ascenso nominal, el sistema ejecutó exitosamente la separación de etapas mediante la técnica de hot-staging. Luego de alcanzar una altitud suborbital de aproximadamente 189 km, la nave inició su fase de reentrada sobre el Océano Índico.

Sin embargo, durante esa etapa crítica, se detectaron fugas de propelente que provocaron una caída de presión en los tanques principales. Esto derivó en la pérdida de control de actitud de la nave, que comenzó a rotar de forma inestable. Finalmente, terminó desintegrándose antes de completar su descenso.

En paralelo, el propulsor Super Heavy también intentó una maniobra de aterrizaje en el Golfo de México, pero se perdió durante el descenso, aparentemente por un fallo durante el encendido final de frenado.

Resultados mixtos, datos valiosos

A pesar de no haber cumplido todos sus objetivos, SpaceX consideró a Starship 9 como un éxito parcial. Se validaron sistemas térmicos actualizados, nuevas configuraciones estructurales y, sobre todo, se recolectaron datos fundamentales que alimentarán el desarrollo de futuras versiones.

Elon Musk destacó que este tipo de pruebas iterativas son el núcleo del enfoque de ingeniería de la empresa. Además, reafirmó que la compañía ya cuenta con aprobación de la Administración Federal de Aviación (FAA) para realizar hasta 25 lanzamientos y 50 aterrizajes por año.

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