En medio de los esfuerzos por modernizar la defensa antimisiles de Estados Unidos, una tecnología que hasta hace poco se consideraba exclusiva para la observación terrestre ahora podría desempeñar un papel crucial: los satélites de radar de apertura sintética (SAR). Estas plataformas, operadas por empresas privadas como Iceye, una compañía finlandesa con sede en EE.UU., ofrecen imágenes de alta resolución que podrían complementar los sensores tradicionales de las Fuerzas Armadas.

¿Qué son los satélites SAR y por qué son importantes?
Los satélites SAR (Radar de Apertura Sintética) son sistemas avanzados capaces de capturar imágenes de alta precisión de la superficie terrestre, sin importar las condiciones climáticas o la iluminación.
A diferencia de los sensores infrarrojos utilizados habitualmente para detectar lanzamientos de misiles, los SAR pueden observar movimientos y preparativos desde mucho antes de que ocurra un lanzamiento. Esto es lo que se conoce como monitoreo left of launch, o seguimiento previo al lanzamiento.
“Los sensores comerciales SAR ya están en órbita, proporcionando información crítica todos los días”, explicó Eric Jensen, CEO de Iceye U.S. Si bien estos satélites no cumplen todos los requisitos del programa Golden Dome del gobierno estadounidense, Jensen sostiene que pueden mejorar la detección y respuesta temprana.
El interés del gobierno estadounidense y la presión por contratos estables
La administración Trump, a través de la orden ejecutiva “Golden Dome for America”, busca fortalecer la arquitectura de defensa antimisiles del país mediante la integración de tecnologías comerciales. Esta iniciativa abre una oportunidad para empresas como Iceye, que opera más de 40 satélites SAR en todo el mundo. Sin embargo, ese interés gubernamental no se ha traducido en un respaldo financiero estable.
Jensen advierte que, aunque la Oficina Nacional de Reconocimiento (NRO) ha evaluado imágenes SAR comerciales, aún no ha concretado contratos a gran escala. “El peligro es que el gobierno retire su apoyo justo cuando las capacidades comerciales están listas para escalar”, explicó.
Para empresas como Iceye, que han demostrado su utilidad en conflictos recientes como los de Ucrania e Israel, asegurar contratos a largo plazo es crucial. Hasta ahora, su participación ha dependido de fondos de emergencia, que comienzan a agotarse.
Jensen sostiene que el gobierno debe adoptar un enfoque equilibrado, invirtiendo tanto en capacidades nacionales como en tecnologías comerciales. “Hemos demostrado nuestro valor en crisis reales. Ahora necesitamos estabilidad”, afirmó, resaltando que el éxito de las tecnologías SAR comerciales depende de un compromiso gubernamental constante.
El futuro del SAR en defensa
El presupuesto de defensa para 2026 será una señal crucial para el sector.
Jensen espera que el Congreso reconozca el valor de las tecnologías comerciales y avance hacia contratos estables y duraderos. Pero advierte que la fragmentación en la compra de servicios satelitales entre varias agencias crea incertidumbre.
“El Congreso debe tomar una posición clara”, concluyó Jensen, enfatizando que las capacidades SAR comerciales tienen el potencial de transformar la defensa antimisiles, siempre que cuenten con el apoyo necesario.
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