Japón mantiene firme su apoyo a las misiones lunares internacionales, incluso mientras Estados Unidos enfrenta una reducción en el presupuesto de la NASA. Hiroshi Yamakawa, presidente de la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA), afirmó que están listos para adaptarse a cualquier cambio en el programa Artemisa liderado por Washington, siempre que sea económicamente viable.
El programa Artemisa, lanzado durante el primer mandato de Donald Trump, tiene como objetivo devolver astronautas a la Luna por primera vez desde 1972. Japón, junto a la Agencia Espacial Europea (ESA) y Canadá, es un socio clave en este ambicioso proyecto, que se convirtió en una iniciativa multimillonaria.
Sin embargo, la administración estadounidense propuso recientemente un recorte de US$ 6.000 millones en el presupuesto de la NASA. Esta reducción podría alterar el rumbo del programa lunar, priorizando la exploración de Marte con cohetes y naves más “rentables”.
Estas modificaciones afectarían la continuidad de la estación Gateway, una plataforma planificada para orbitar la Luna.
Japón mantiene su rol en Artemis
A pesar de la incertidumbre sobre Gateway, Japón sigue comprometido. En 2019, firmó un acuerdo con NASA para enviar dos astronautas japoneses y un rover desarrollado por Toyota a la superficie lunar.
Además, JAXA y la ESA colaboran en el desarrollo de un módulo de hábitat humano para Gateway, y Japón planea utilizar su nave de carga HTV-X para abastecer la estación.
La ESA también expresó preocupación por el impacto del recorte presupuestario, y su director general, Josef Aschbacher, confirmó que están en diálogo con NASA para evaluar las consecuencias reales.
Por su parte, Yamakawa destacó que Tokio continuará buscando el diálogo con EE.UU. para mantener una cooperación espacial mutuamente beneficiosa.
Alternativas en un contexto competitivo
En medio de estos ajustes, Japón podría ofrecer alternativas tecnológicas que mantengan su participación, como sistemas de aterrizaje de alta precisión, un rover lunar o datos sobre el agua lunar obtenidos en una misión conjunta con India.
El panorama se complica por la competencia entre EE.UU. y China en la exploración espacial. Según Kota Umeda, investigador del Instituto de Geoeconomía en Tokio, es poco probable que EE.UU. abandone a sus socios internacionales, ya que su cooperación técnica sigue siendo una de sus mayores fortalezas frente a China.
“Incluso si EE.UU. reduce su inversión en Artemisa, buscará mantener el apoyo de Japón y Europa”, concluyó Umeda.
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