Europa hace historia con los satélites Proba-3: Qué hito alcanzó la ESA

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La Agencia Espacial Europa (ESA, por sus siglas en inglés) logró que sus naves espaciales Proba-3 alcancen una formación ultraprecisa volando en órbita. Para la agencia este es un hito con importantes implicaciones tanto para la ciencia como para futuras misiones espaciales.

Específicamente, la misión Proba-3 de la ESA consta de dos naves espaciales llamadas Occulter y Coronagraph. Y las unidades volaron en perfecta formación a una distancia de 150 metros entre sí con precisión milimétrica.

La pareja mantuvo, de forma autónoma, su posición relativa durante varias horas gracias a una serie de sensores. Entre ellos se destaca el instrumento láser Fine Lateral and Longitudinal Sensor (FLLS), un sensor de posición de sombra y sistemas basados en cámaras, en combinación con software a bordo y pequeños propulsores de gas frío

“Estamos hablando de precisión milimétrica en el rango y submilimétrica en la posición lateral”, dijo Damien Galano, gerente del proyecto Proba-3.

¿Cuál es el objetivo de Proba-3?

El éxito de la prueba allana el camino para que la ESA lleve a cabo su objetivo científico: utilizar el Occulter para bloquear el Sol.

Así, se creará un eclipse solar artificial total, lo que le permitirá a Coronagraph estudiar el Sol en un estado único que sólo se ve ocasionalmente desde la Tierra.

Los científicos pretenden utilizar estos eclipses artificiales para desentrañar una serie de misterios como, por ejemplo, por qué la corona del Sol, o atmósfera exterior, es tan caliente.

También se busca averiguar qué acelera el viento solar y cómo el Sol arroja material al espacio durante las eyecciones de masa coronal.

Diagrama de los dos satélites europeos Proba-3 en formación en acción. (Crédito de la imagen: ESA)

Más allá del Sol

Pero, más allá de esta misión en particular, la tecnología de formación de precisión podría utilizarse para mejorar la observación de la Tierra.

Además, podría ser útil para el acoplamiento de naves espaciales, el uso de un observatorio para buscar exoplanetas y la detección de ondas gravitacionales en el espacio.

Las dos naves espaciales Proba-3 fueron lanzadas por un cohete PSLV indio en diciembre a una órbita altamente elíptica, que las lleva tan cerca como 600 km de la Tierra y tan lejos como 60.530 km.

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