Robots, rovers, sensores y telescopios internacionales formarán parte de la misión lunar Chang’e 8, con destino al polo sur de la Luna. China consolida así su liderazgo en la carrera espacial con una visión alternativa a los Acuerdos Artemisa.

La Administración Nacional del Espacio de China (CNSA) confirmó la selección de 10 proyectos internacionales que se integrarán a su ambiciosa misión Chang’e 8, programada para despegar en 2028 o 2029 hacia la región del polo sur lunar. Con esta iniciativa, el país asiático no solo da un paso clave en el desarrollo de su Estación Internacional de Investigación Lunar (ILRS), sino que refuerza su estrategia de cooperación espacial frente al modelo liderado por Estados Unidos.

Ciencia en clave multilateral

Los proyectos seleccionados provienen de 11 países, regiones y una organización internacional, que competirán por un lugar dentro de los 200 kg de carga útil disponibles.

Entre los elegidos hay rovers, micro-robots, detectores de partículas, telescopios, sensores ambientales, cámaras de alta resolución y un retroreflector láser, todos pensados para estudiar la superficie, el entorno y los recursos lunares.

La misión incluirá un rover chino desarrollado por la CNSA. Un rover pakistaní, a cargo de la Comisión de Investigación del Espacio y la Atmósfera Superior de Pakistán (SUPARCO). Y micro-rovers desarrollados por la Universidad Técnica de Medio Oriente (Turquía), en alianza con la Universidad de Zhejiang (China) y la empresa privada Star.Vision. Esta será la primera vez que China incluye vehículos microrrobóticos extranjeros en una misión lunar.

Representación gráfica del módulo de aterrizaje lunar Chang’e 8 en la superficie de la Luna. Crédito: CNSA.

Las cargas seleccionadas para Chang’e 8

Los proyectos elegidos y sus instituciones participantes son:

  1. Robot multifuncional de operación en superficie lunar y estación de carga móvil, de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong y Universidad Politécnica de Hong Kong.
  2. Rover lunar de Pakistán, de SUPARCO y la Sociedad Internacional de Sistemas Terreno-Vehículo.
  3. Micro-rovers de exploración para ambientes extremos, de la Universidad Técnica de Medio Oriente (Turquía), la Universidad de Zhejiang (China) y Star.Vision.
  4. Arreglo de radioastronomía para observación lunar, del Observatorio de Radioastronomía de Sudáfrica y la Comisión Nacional de Investigación Aeroespacial de Perú.
  5. Arreglo de retroreflectores láser en esquina, del Instituto Nacional de Física Nuclear – Laboratorios Nacionales de Frascati (Italia).
  6. Sensor del ambiente de polvo-plasma lunar y analizador de partículas neutras e iones de alta energía, de Roscosmos y la Corporación Estatal de Espacio de Rusia
  7. Analizador de neutrones lunares, del Ministerio de Educación Superior, Ciencia, Investigación e Innovación de Tailandia y el Instituto Nacional de Investigación Astronómica de Tailandia
  8. Sistema de imágenes visible e infrarrojo para análisis de superficie lunar, de la Agencia Nacional de Ciencia Espacial de Baréin y la Agencia Espacial de Egipto
  9. Monitor del potencial eléctrico lunar, de la Agencia Espacial de Irán.
  10. Instrumento no especificado dentro del listado, pero cubierto por el límite de 10 cargas seleccionadas, en colaboración con países involucrados en el ILRS y APSCO.

Objetivos científicos y tecnológicos

Chang’e 8 aterrizará cerca de Mons Mouton, una meseta en la región del polo sur lunar conocida también como Leibnitz Beta. La zona es de particular interés porque alberga regiones permanentemente en sombra (PSRs), potenciales trampas de frío donde podrían acumularse volátiles como hielo de agua.

Uno de los principales objetivos de la misión será ensayar tecnologías de utilización de recursos in situ (ISRU), incluyendo la impresión 3D de ladrillos utilizando regolito lunar, con vistas a evaluar la viabilidad de construir hábitats directamente con materiales del entorno.

Además, la misión se considera un precursor de la futura base lunar ILRS, cuya construcción comenzaría en la década del 2030, tras el aterrizaje previo de la misión Chang’e 7 en 2026, también en el polo sur.

La ILRS: una visión alternativa a Artemisa

La Estación Internacional de Investigación Lunar (ILRS) es el gran proyecto lunar promovido por China como contraparte a los Acuerdos Artemisa impulsados por Estados Unidos. Mientras que Artemisa propone misiones tripuladas a la Luna con enfoque comercial y político, China plantea la ILRS como una plataforma científica abierta y cooperativa, aunque con fuerte influencia geopolítica.

Según la CNSA, ya se unieron al proyecto 17 países y organizaciones internacionales, junto con más de 50 instituciones de investigación extranjeras. Si bien no se detallaron todos los nombres, en informes anteriores se confirmaron acuerdos con Rusia, Venezuela, Bielorrusia, Pakistán, Azerbaiyán, Sudáfrica, Egipto, Nicaragua, Tailandia, Serbia, Kazajistán, Senegal y Turquía.

También participan entidades subnacionales, como universidades y empresas de Suiza, Emiratos Árabes Unidos, Panamá, Indonesia, Kenia, Etiopía, Kirguistán, Croacia, Sri Lanka y Hawái.

China declaró su intención de incorporar hasta 50 países al programa ILRS, afianzando así su liderazgo en una carrera lunar cada vez más multipolar.

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