En una maniobra para agilizar su calendario de lanzamientos, la Fuerza Espacial de EE.UU. (USSF) decidió transferir el despegue de un nuevo satélite GPS desde United Launch Alliance (ULA) hacia SpaceX. El objetivo es claro: reducir la acumulación de satélites ya construidos que llevan meses, o incluso años, en espera.

Un nuevo GPS de última generación toma pista en Cabo Cañaveral

El Comando de Sistemas Espaciales confirmó esta semana que el GPS III SV-08, el octavo satélite de la nueva generación GPS III, ahora tiene una fecha tentativa de despegue para finales de mayo.

El lanzamiento será a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX desde la Estación de la Fuerza Espacial en Cabo Cañaveral, Florida.

Este cambio no es un hecho aislado. En diciembre del 2024, la USSF también trasladó al satélite GPS III SV-07 desde un lanzamiento originalmente planificado en un cohete Vulcan de ULA hacia un Falcon 9. La misión, apodada Rapid Response Trailblazer, despegó con éxito el 16 de diciembre.

Un juego de intercambios entre lanzadoras

La Fuerza Espacial aclaró que reasignará a ULA un lanzamiento que originalmente estaba asignado a SpaceX. En concreto, la misión GPS IIIF-1, inicialmente prevista para un Falcon Heavy, pasará al cohete Vulcan. El objetivo es mantener el equilibrio entre proveedores y respetar los contratos vigentes.

Este tipo de intercambios busca optimizar recursos frente a los retrasos que ya tuvo el cohete Vulcan, que acaba de recibir su certificación para vuelos del programa de Lanzamientos Espaciales de Seguridad Nacional (NSSL).

Desde su adjudicación en 2020, el contrato de Fase 2 del NSSL le asignó a ULA varias misiones críticas, pero su agenda sigue demorada por dificultades técnicas.

Col. Jim Horne, líder del equipo de ejecución de lanzamientos en el Comando de Sistemas Espaciales, explicó que esta decisión permite reducir drásticamente los plazos habituales de preparación. “Esta operación demuestra nuestra capacidad de planificar un lanzamiento en tres meses, cuando normalmente requeriría 24”, afirmó.

De dos años a tres meses: el objetivo es acelerar los plazos

El programa NSSL fue diseñado para garantizar el acceso al espacio de satélites militares e inteligencia de alto valor.

En este marco, la reasignación de los satélites GPS SV-07 y SV-08 se convirtió en un caso de prueba para validar si es posible acortar los ciclos de planificación.

El desafío logístico no fue menor. Tanto la Fuerza Espacial como Lockheed Martin, empresa a cargo de construir los satélites, tuvieron que adaptar la interfaz de carga útil –el sistema que conecta el satélite con el vehículo de lanzamiento– para hacerla compatible con el Falcon 9 en lugar del Vulcan.

“El proceso acelerado implicó una integración compleja entre múltiples organizaciones de la Fuerza Espacial. Desde la extracción del satélite de su almacenamiento hasta su preparación para el vuelo”, señaló el Comando de Sistemas Espaciales.

El satélite SV-08 ya está en Florida

La semana pasada, el SV-08 llegó a Cabo Cañaveral a bordo de un avión de carga C-17 Globemaster III de la Fuerza Aérea. Aunque estaba listo desde 2021, permanecía almacenado a la espera de una ventana de lanzamiento.

En las próximas semanas será sometido a los últimos ensayos y ensamblajes antes de colocarlo sobre el Falcon 9.

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