Los ciberataques a los departamentos gubernamentales de Taiwán se duplicaron de 2023 al 2024, alcanzando un promedio de 2,4 millones de ataques diarios y, según la Oficina de Seguridad Nacional de la isla, la mayoría de estos fueron lanzados por fuerzas chinas.

La tensiones entre China y Taiwán datan desde su separación tras la Guerra Civil China (1927-1949). Desde entonces, el gigante asiático ha reclamado a la isla como parte de su territorio, a pesar de que ésta opera como un estado independiente. Pekín mantiene una postura firme de que Taiwán debe reunificarse con China, considerando su independencia una amenaza a la integridad territorial del país.

Desde 2016, cuando Tsai Ing-wen del Partido Democrático Progresista (DPP) asumió la presidencia de Taiwán, China intensificó sus acciones de presión cerca de la isla.

A partir de entonces, comenzaron las denuncias lo que se conoce como “acoso en la zona gris”. Estas prácticas incluyen ejercicios militares cerca de la frontera de la isla o en zonas sensibles, manipulación económica o diplomática, campañas de influencia y finalmente operaciones de ciberataques. El objetivo es debilitar la posición de Taiwán y forzarlo a aceptar el control de Pekín.

China no cesa la presión sobre Taiwán

Durante el 2024, la Red de Servicios Gubernamentales de Taiwán (GSN) recibió un promedio diario de 2,4 millones de ataques. Según un informe de la Oficina de Seguridad Nacional, esta cifra dobla el promedio diario de 1,2 millones en 2023.

Según el informe, los ataques tuvieron como principales objetivos las áreas de telecomunicaciones, transportes y defensa. También se vieron comprometidos los correos electrónicos de los funcionarios civiles taiwaneses, y se identificaron técnicas de ingeniería social para intentar robar información confidencial.

Las fuerzas cibernéticas chinas emplearon técnicas como amenazas persistentes avanzadas (APT) y uso de software de puerta trasera para intentar infiltrarse y comprometer la infraestructura clave taiwanesa, como carreteras y puertos.

Asimismo, se han utilizado ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS) para interrumpir el acceso a sitios web de las instituciones de transporte y financieras.

Muchas de estas hostigaciones coincidieron con la presencia de los ejercicios militares chinos alrededor de la isla, en mayo y octubre. En 2024, Pekín realizó dos rondas de ejercicios alrededor de Taiwán para presionar a Taipei que incluyeron la movilización de fuerzas y la simulación de bloqueo marítimo y aéreo.

Según la Oficina de Seguridad Nacional, a pesar la detección y bloqueo de muchos ciberataques, el creciente número destaca la naturaleza cada vez más grave de las actividades de hacking de China. Esta estrategia busca poner a Taiwán en una posición vulnerable, a través de una serie de tácticas acoso y la intimidación militar, sin cruzar el umbral de una guerra abierta, afirma la oficina.

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