China instaló por primera vez un sistema de protección contra basura espacial en su estación espacial Tiangong, tras un incidente con la misión Shenzhou-20 que obligó a ejecutar una plan de acción de emergencia y replantear sus protocolos de seguridad en órbita baja.
A comienzos de noviembre, un fragmento de basura espacial —probablemente de origen satelital— impactó contra una de las ventanas de la cápsula de retorno Shenzhou-20, acoplada a la estación. El daño en el vidrio blindado fue lo suficientemente severo como para que la Agencia Espacial Tripulada China (CMSE) cancelara el retorno previsto de tres de sus astronautas y trasladara a la tripulación en la única nave disponible, la Shenzhou-21. La decisión implicó el primer lanzamiento de emergencia del programa espacial chino y dejó a la tripulación de la misión 21 sin un vehículo operativo durante 11 días.
El incidente puso en evidencia un riesgo creciente en la órbita terrestre baja (LEO). La proliferación de desechos espaciales, alimentada principalmente por la fragmentación de satélites inactivos, genera un entorno cada vez más hostil para las misiones tripuladas. A velocidades superiores a 7 km/s, incluso fragmentos de milímetros pueden perforar escudos protectores y dañar ventanas presurizadas.

Un nuevo escudo contra micro-impactos
Para reducir la probabilidad de un nuevo impacto crítico, dos astronautas de Shenzhou-21 realizaron una caminata espacial el martes. Allí, asistidos por el brazo robótico de la estación, instalaron módulos de protección específicos contra micro-impactos. Estos escudos suelen consistir en configuraciones de tipo Whipple o de múltiples capas (bumper exterior, espacio intermedio y pared de presión), que dispersan y frenan los fragmentos milimétricos antes de que alcancen el casco presurizado o las ventanas.
Además, inspeccionaron y registraron el daño en la ventana de Shenzhou-20. Esta nave aún permanece acoplada a Tiangong, pero China la recuperará del espacio sin tripulación para realizar un análisis estructural y de materiales.
Según la CMSEO, la ventana dañada podría ser reforzada durante futuras actividades extravehiculares, integrando nuevas capas de blindaje o materiales de absorción de energía.
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